martes, 11 de febrero de 2014

Cambiando a Rebecca por Martina.


El día 30 de enero es Santa Martina y, un personajillo muy importante para mí tiene ese nombre.

Al estar viviendo en Manderley, todos sabéis lo caras que son las figurillas de este hogar, tanto que hasta me da miedo cuando rompo una y la escondo dentro del cajón del escritorio.

Quería regalarle algo especial, algo que sólo ella tuviese, por lo tanto, me costaba tener que hacérselo yo.

Desde pequeñita me han gustado muchísimo las bolas de nieve, me encantan, de hecho tengo varias en Manderley de las ciudades a las que viajado.

Así que pensé que, ya que Martina es una enana que está a punto de cumplir dos años, era un buen regalo hacerle unas bolas de nieve con las letras de su nombre, en colores llamativos, dentro de ellas.

De modo que me puse manos a la obra y en dos noches lo terminé. Eso sí, si hubiera podido elegir el nombre de ésta enana, le hubiera puesto Ana, que con tres bolas de nieve basta.

Y... voilà! ésto es lo que salió.



Pero, como soy un poco desastre, no hice fotos del proceso. Por suerte, tengo una amiga muy, muy caprichosa que me pidió que le hiciera una y allí sí tomé fotos.

Para Martina utilicé varios tarros de los potitos de frutas que había utilizado... pero para Maria José quería hacerlo un poco más maduro... ya que ella ya es mayorcita.

Al principio, con Martina, pensé en ponerle figuritas, pero no me gustaron ninguna de las que vi, así que decidí ponerle su nombre. Para ello necesitaba un material que fuera impermeable, ya que como iba a estar en contacto con el agua era impensable utilizar un material que no lo fuera, y me recomendaron que utilizara Fimo, lo cual me fue muy bien ya que quería hacer una base para éstas bolas y de esa manera se viera bien las letras. Con el fimo, que es un material que se endurece al hornearlas me recomendaron una bandeja de cristal en la que poner el fimo. Así que corrí al ikea y compré lo necesario. Una bandeja de cristal y una tabla para cortar encima de ella y no estropear nada. Y para Maria José, tuve que correr de nuevo y comprar esos tarros que me enamoraron nada más verlos y me parecieron muy actos para tal proceso.
La bandeja y la tabla que utilicé
El fimo con los colores que más me gustaron (éstos los utilicé para Maria José, en casa tenía más colores que había comprado para Martina).
Como soy un poco manazas decidí utilizar los cortadores de repostería para fondant, para hacer las figuritas con las que iba a decorar (eso sí, luego lavar muy bien con lejía). Como no tenía un cortador que me permitiera hacer las letras gorditas, ya que me daba miedo que se rompieran, utilicé unos que tenía, se marcaban las letras y luego las cortaba con un cuter.

Y ya es hecharle  imaginación... yo horneé antes las letras para que se quedaran duras para después decorar más tranquila.

Algunas herramientas que utilicé
otra perspectiva

Luego, cuando se haya enfriado todo, lo llenamos de agua y purpurina, le damos la vuelta y ¡¡¡hemos terminado!!! Puede ser que se quede la purpurina pegada a las letras, pero no os preocupéis, lo que tenéis que hacer es agitar las bolas y se soltará.

Las figuras ya terminadas para hecharle agua y purpulina.

Las bolas ya terminadas con la parte de abajo decorada




2 comentarios:

  1. Me encanta...lastima de verlo tarde para San Valentín

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  2. Gracias =P ante todo: Feliz San Valentín!!!! puede servir para cualquier situación especial, estos están hechos para un santo y por eso los hice con el nombre, pero puede hacerse de muchas cosas ya que el fimo puede manejarse a gusto del consumidor. Se me ocurre hacer un gran corazón rojo y con un palillo poner vuestros nombre como si estuviera escrito en un arból =D. Puede quedar genial!!

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